Retos de las mujeres en la hotelería

El turismo y la hotelería viven una época de auge y crecimiento sostenido, y las mujeres ejercen un rol importante en el sector. Así, la presencia del género femenino viene incrementándose desde hace algunas décadas. En consecuencia, es habitual que se le perciba como una industria particularmente equitativa en cuanto a oportunidades de crecimiento profesional. 

En este sentido, se trata de uno de los sectores con mayor cantidad de posiciones ocupadas por mujeres. Sin embargo, esto no exime a los hoteles de algunas prácticas de encasillamiento, que afecten de alguna manera el desarrollo profesional de las féminas. Pues, aún existen retos a los cuales hacer frente para garantizar un estado de absoluta igualdad en la industria.

Por ello, y a propósito del Día Internacional de la Mujer, a celebrarse el 8 de marzo, se pretende resaltar la participación de las mujeres en el mundo de la hotelería.

Fuerza laboral femenina en la industria hotelera

En la actualidad, la presencia femenina en el turismo es cada vez más notoria, y la educación no es la excepción. Cada año se forma un mayor número de profesionales femeninas en carreras afines, muchas de las cuales pasarán a formar parte las filas laborales de la hotelería. 

En este sentido, desde hace varios años se tiene que las mujeres igualan en número a los hombres en muchos de los hoteles alrededor del mundo. Ejercen diferentes cargos desde el personal de base hasta cargos de mayor responsabilidad. 

Se encuentran presentes así en todas las áreas, desde el departamento de atención al cliente del hotel, mantenimiento, administración hasta marketing y publicidad. De acuerdo con esto, podría concluirse que la situación laboral de la mujer ya está normalizada en el sector. Sin embargo, otras consideraciones como las diferencias salariales,contradicen ésta afirmación.

Indiscutiblemente, esto resulta en un escenario paradójico cuando se tiene en cuenta que mayormente se trata de mujeres con estudios profesionales. Pues, como se ha señalado éstas conforman la mayor parte de la matrícula asociada al turismo y la hotelería. Por tanto, ésta disparidad no obedece a la formación ni a la experiencia laboral.

Mujeres en la dirección de los hoteles

Si bien, en la industria hotelera se observa una proporción pareja entre hombres y mujeres, esto no se ve reflejado cuando se trata de cargos de dirección. Esto se corresponde a la realidad existente de manera general en los diferentes mercados laborales latinoamericanos. 

No obstante, día a día se pueden observar pequeños cambios que indican la intención de los hoteles de cambiar esta realidad. Así, poco a poco las mujeres van ganando terreno en el plano gerencial. De esta forma, se tiene que cada vez hay más directoras de hotel.

De acuerdo con Natalia Schargorodsky, Directora Hotel Madero en Argentina, esta realidad es sólo un reflejo de la realidad latina en general, donde pese a existir una disparidad, se evidencia una tendencia al cambio de este patrón. Pues, más allá de la influencia cultural, la determinación femenina ha logrado hacerse valer. 

Así, pese a que muchas mujeres toman una decisión, tan válida como cualquier otra, de hacer a un lado su carrera para cuidar de su familia, o bien ponerla en segundo plano, muchas otras aprovechan el apoyo de la pareja y el entorno para equilibrar el proyecto personal con el desarrollo de una carrera directiva.

En este sentido, Schargorodsky como directora del Hotel Madero, es en sí misma un ejemplo de este último caso.  Así, este y otros hoteles latinoamericanos apuestan por las capacidades de sus colaboradoras, abriendo el caminos hacia puestos gerenciales y jefaturas.

Por otra parte, la mujer también ha encontrado en la hotelería una estupenda oportunidad para emprender, a tal punto que es uno de los sectores con mayor número de mujeres empresarias. Por tal razón se consigue cada vez con mayor frecuencia hoteles y asociaciones dirigidos por mujeres.

Es posible superar la brecha

Entre los factores que pueden conllevar al desequilibrio en puestos directivos, destaca la dificultad para armonizar los distintos roles de la mujer como madre, esposa y profesional. Se trata en la mayoría de los casos de una decisión personal. Sin embargo, el acceso a las nuevas tecnologías, una infraestructura adecuada e incentivos financieros pueden cambiar esta realidad. 

Por otra parte, se precisa de una cultura empresarial en el sector que favorezca la igualdad de salarios y oportunidades. En algunos países esto requiere de cambios en las leyes que regulan las relaciones laborales, mientras en otro el trabajo está más avanzado. En cualquier caso, la brecha se puede superar, y alcanzar finalmente un sano equilibrio en la obtención de puestos de mayor jerarquía y mejor remunerados. 

Así, no cabe duda, si bien se evidencian una transformación en proceso, aún queda un gran camino por recorrer para alcanzar una justa participación de las mujeres en el mercado hotelero.

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